¡Ups! 6 motivos por los que podrías perder tu trabajo

¿Podría perder mi trabajo? Hay varios motivos que podrían derivar en un despido. Aquí te contamos 6 razones importantes para que no arriesgues tu puesto.

Aunque es verdad que muchas veces el perder nuestro trabajo no está en nuestras manos, muchas otras sí ya que cometemos errores de los que no somos conscientes pero que pueden tener un desenlace fatal.

Discutir con tu jefe o con algún compañero con malas palabras.Las ofensas verbales o físicas a tu jefe o a otros trabajadores de la empresa, están penadas con el despido. Aunque muchas veces es normal discutir por temas laborales, ya que pasamos muchas horas de nuestro día en el trabajo, es conveniente que nunca llegues a esos límites. No sólo por perder ese empleo, sino también por miedo a dañar tu reputación y tu imagen para futuras oportunidades.

La impuntualidad.Las faltas de asistencia o puntualidad al trabajo de una manera repetida y sin justificación, pueden suponer que acabes desempleada. Por llegar un día tarde tu jefe no te va a echar, pero si lo tomas como costumbre puede ser determinante si éste se ve en la obligación de despedir a alguien por un recorte de personal. Y tendría motivos suficientes para alegar que es un despido procedente.

Realizar tareas personales como hacer las compras con el automóvil de la empresa, nunca será bien visto. Tampoco lo será comprar los billetes de avión de tus próximas vacaciones o preparar el cumpleaños de tu mejor amiga. Lo más apropiado es hacerlo desde casa, pero si no es posible, puedes esperar a que acabe tu jornada laboral y entonces realizar estas gestiones desde la oficina.

Hablar con tus amigas o familia más tiempo del conveniente. Todas tenemos que llamar a alguien en un momento determinado, pero no te conviene hablar horas durante tu puesto de trabajo ya que estás perdiendo tiempo de realizar tus tareas y además, ¡todo el mundo escuchará lo que dices!

No saber representar a tu empresa. No vender correctamente a la marca para la que trabajas, hablar mal de tu empresa, así como hacer mal tu trabajo o no tener cuidado en las funciones que desempeñas, puede llevarte al despido. Es imposible no tener un mal día en el trabajo y quejarnos de las cosas que no nos gustan, pero intenta ser lo más discreta posible y lleva estas quejas fuera de la oficina y con gente de mucha confianza.

Romper un acuerdo de confidencialidad. Puede pasar desapercibido, pero es uno de los errores más graves que puedes cometer en tu empresa. El contrato o acuerdo de confidencialidad se firma cuando se va a tratar un tema que requiere discreción. Lo que se pretende es que esa información, por ejemplo de un cliente hacia una empresa, no sea utilizada para otros fines que aquellos para los que se ha dispuesto. Un simple e “inocente” comentario en un contexto que no sea el establecido, puede desencadenar un despido.