4 poderosas razones para dejar de ser una workaholic

Dejar de ser una workaholic, se ha convertido en un propósito importante para muchas. Aquí te damos 4 razones poderosas para dejar de ver tu trabajo como si fuera el centro del universo.

dejar de ser una workaholic

Vivimos tan de prisa el día a día que muchas veces olvidamos las cosas que realmente son importantes. Aquellos momentos de complicidad con tu pareja, las risas con los amigos, un paseo por el parque…En fin, todo esto pasa a un segundo plano cuando nos enfocamos demasiado en el trabajo. Si este es tu caso y te consideras una ‘workaholic’ total, aquí te damos un par de razones para que dejes de ser una máquina y comiences a disfrutar más de la vida.

Tu salud. ¿Sabías que según un estudio de la Universidad de Londres, publicado en la revista PLoS One, quienes trabajan más de 11 horas al día tienen el doble de riesgo de sufrir de depresión que los que trabajan solo 8 horas? Y eso no es nada, en países como Japón o China, la gente llega a morir por exceso de trabajo. Esto sin duda, nos  lleva a reflexionar en qué tanto vale la pena poner en peligro nuestra integridad física y emocional por una empresa que en cualquier momento te puede echar. Así es que después de tus 8 horas de jornada, evita poner pretextos y sal de la oficina. ¡Recuerda que tu vida es mucho más valiosa!

Tu familia no estará siempre. ¿Cuántas veces te has perdido un evento familiar importante por el trabajo? Si te la vives en la oficina es probable que no hayas sido parte de muchos momentos especiales. La próxima vez que no sepas si deberías o no pedirle unos días a tu jefe para estar con tu familia, solo recuerda que tus abuelos o tus papás no estarán algún día y entonces te lamentarás el no haber podido compartir más con ellos.

El valor de la amistad. No cualquiera tiene la suerte de tener buenos amigos, pero la amistad, como cualquier otra relación se debe cultivar. No esperes que tus amigos estén siempre para ti, sobre todo si te la pasas rechazando invitaciones para verlos o tiene meses que ni siquiera los llamas para ver cómo están. Una vez más, no vale la pena perder algo tan maravilloso como un grupo de buenos amigos. Recuerda que una oficina no te puede consolar cuando estés triste, ni hacerte reír a carcajadas cuando lo necesites.

Tiempo para ti misma. ¿Qué sentido tiene estar en este mundo si no podemos disfrutar de las cosas que nos hacen felices? Viajar, tomar el tiempo de leer un buen libro, salir a correr, disfrutar del atardecer; en fin, hay muchas cosas que dejamos de hacer cuando nos enfocamos tanto en el trabajo. Por eso, es importante que vivas cada día como si fuera el último, para que no te arrepientas después de las cosas que dejaste de hacer.

¿Aun así quieres seguir siendo una ‘workaholic’? ¡Tú decides!