La Forma del Agua o “The Shape of Water”, en su título en inglés, es sin duda una de las películas más sonadas en esta temporada y obviamente escuchando tantos comentarios sobre ella, no dudamos ni un segundo y nos dirigimos al cine más cercano para ver el film y poderles contar sobre él (no se preocupen no les daremos ningún spoiler importante)

La Forma del Agua es una película del conocido director mexicano Guillermo Del Toro, el cual nos ha entregado cintas tan maravillosas como “El Laberinto del Fauno” y “Hellboy”, y aunque ya sabíamos un poco sobre la obra de Guillermo, lo que vimos en esta ocasión nos tomó por sorpresa, porque no esperábamos una historia así de novedosa ni tan hermosamente contada.

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La cinta narra la historia de Elisa Esposito, una joven muda que trabaja como empleada de limpieza en un laboratorio gubernamental, en el que estudian a una extraña criatura anfibia humanoide, y aunque todo pinta para ser una obra de ciencia ficción o terror, resulta ser todo lo contrario. Y es que, Del Toro aprovecha estos extraños personajes, para entregarnos una historia de amor imposible, incomparable y sobre todo maravillosa.

Hay muchas cosas que nos llamaron la atención ademas de la fotografía, el color y la caracterización, y es que el mexicano -con la sutileza de un verdadero genio- logró poner sobre la mesa muchos temas polémicos sin que ni siquiera lo notáramos: la religión, el racismo, la discapacidad, la feminidad, la diversidad sexual y el amor; son solo una muestra de los tópicos que abarca el guión escrito también por Guillermo.

Ademas de todo, el soundtrack es una verdadera delicia, ubicándose en los sonidos de los años 60’s, las canciones elegidas le agregan un aire nostálgico que nos adentra en una realidad, que si bien al principio nos parecía inverosímil, al final nos llega directo al corazón. Tanto así, que la cinta se da el lujo de incluir una escena musical que no nos salta a la vista, sino que se mezcla en el universo fantástico del que, para ese entonces, ya somos parte.

Finalmente, es de destacar la actuación de Sally Hawkins, quien con solo unas pocas lineas en todo el largometraje, logra expresarnos su soledad, sus anhelos, su dolor y el profundo amor de su personaje, el cual a pesar de tener una discapacidad, se muestra como una mujer plena, sexual, y muy valiente.

Guillermo Del Toro nos entrega en “La Forma del Agua”, una cinta que trascenderá épocas, y arrasará en las temporadas de premios venideras, porque como bien lo dijo en su discurso en los Golden Globes: “Los monstruos son los santos patrones de nuestras imperfecciones”. Y es verdad, porque todos hemos visto a esos seres en nosotros mismos o reflejados en los demás y no solo hemos aprendido a vencerlos sino que también hemos llegado a amarlos.

¡Vamos Guillermo Del Toro! ¡Orgullo latino!